Para empezar, de hecho la palabra Botox, es una marca registrada por los laboratorios Allergan, aunque se ha hecho tan popular como la Coca-cola y que a todas las toxinas botulínicas se les llama ya con este nombre, tanto si hablamos de un inyectable como si hablamos de los cosméticos que llevan algún activo cosmético con una función parecida, prefiero mencionarla con la palabra BOTOXINA.
Realmente cuando hablamos de este tratamiento especifico de la medicina estética, se trata de inyectar toxina botulínica en la piel de modo que llegue a la musculatura de la zona aplicada y produzca un efecto de relajación o “inmovilización” de ese músculo.
Debido al gran poder neurotóxico de la misma que inhibe las terminaciones nerviosas que provocan el movimiento. Concretamente bloqueando el neurotransmisor acetil colina e inhibiendo su liberación.
Aunque la aplicación es local, por lo que esta toxina solo actúa donde se ha inyectado, posteriormente cuando el organismo va regenerando estas terminaciones nerviosas, se vuelve a recuperar el movimiento.
Una vez aplicado, el musculo pierde la fuerza que le hace gesticular, por lo que no se mueve la zona y así evitamos la formación de arrugas, lo que cual parece ya de por si un tratamiento preventivo de la formación de las arrugas.
Aunque a su vez en el área aplicada la piel se alisa y desaparecen las arrugas como si las borráramos.
VENTAJAS DE LA TOXINA BOTULÍNICA EN HOMBRE
Refresca el rostro
Es un tratamiento temporal
Disminuye líneas de expresión
Luminosidad en la piel
Lucirás más joven
También se puede utilizar para disminuir la sudoración axilar, manos y pies.
Tratamiento número 1 para prevenir arrugas
MITOS Y REALIDADES DE LA TOXINA BOTULÍNICA
Tu rostro tendrá su forma natural cuando termine el efecto
Mantendrás la expresión facial gracias a las técnicas actuales
Puedes mezclarla con otros tratamientos sin perder naturalidad
Referencias:
Autor. Dra. Vania Torres. Fecha de publicación: 15.06.2018.